Por José Luis Urraca Casal
Un mundo de cine
Épica, historia y thriller político
La industria cinematográfica china ha querido rendir homenaje a la Republica Popular de su país con motivo del 60 aniversario de su fundación, estrenando el pasado mes de septiembre la película The founding of a Republic (La fundación de una República). Una audaz superproducción que recorre los años de guerra civil que enfrentaron a nacionalistas y comunistas tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Para interpretar a Mao Zedong o Chiang Kai Schek, así como al resto de protagonistas de la historia han participado más de 170 grandes estrellas nacionales, desde Jackie Chan a Jet Lee, un hecho insólito hasta ahora en la cinematografía china.
El cine chino ha querido de nuevo dejar constancia de su historia de cara, sobre todo, a ilustrar a sus nuevas generaciones. Si a comienzos de año hacíamos referencia al film Ciudad de vida o muerte, premiado en el Festival de Cine de San Sebastián, el cual rescata para la memoria uno de los episodios más dramáticos de la invasión japonesa de China, la masacre de Nanking, ahora la industria cinematográfica de este país ha querido sumarse a la celebración del 60 aniversario de la creación de la República Popular (la cual tuvo lugar el 1 de octubre de 1949) contribuyendo con un film histórico donde aparece lo más granado de sus actores.
Más de 170 actores y actrices
En ese homenaje que supone recrear un pasado de enfrentamiento que condujo al surgimiento de la actual China comunista, la película ha logrado un hecho insólito, reunir a un reparto en el que se encuentra lo más conocido del cine chino y hongkonés, nada menos que más de 170 estrellas nacionales, algunas de ellas de fama internacional entre las que se encuentran Jet Lee, Jackie Chan, Donnie Yen, Andy Lau, Zhao Wei, Leon Lai, Zhang Ziyi, Tang Guoqiang, Chen Kaige...
Algunos de ellos se limitan a simples cameos, en ocasiones con una simple frase, pero tampoco puede esperarse mucho más, teniendo en cuenta el gran número de artistas que aparecen en las dos horas de duración del film. Jackie Chan da vida a un reportero, y Jet Li a un almirante del Kuomintang (KMT). En principio también aparecía el director John Woo, pero sus escenas fueron finalmente eliminadas.
En cualquier caso el film permite disfrutar de unas excelentes interpretaciones, tanto de los personajes ficticios como de los históricos. De entre estos últimos destacan los dos principales árbitros de la escena política del momento, por un lado Mao Zedong, líder del Partido Comunista Chino (PPCh) interpretado en su decimocuarta vez por el actor Tang Guoqiang, aunque por primera vez, a sus 56 años ha interpretado a Mao a la edad que este tenía realmente en 1949. Y por otro lado Guoli Zhang como el presidente y líder del Kuomintang (Partido Nacionalista Chino o Partido Nacional Popular), Chiang Kai-shek. Es sorprendente el gran parecido de ambos actores con los personajes que encarnan, lo cual el espectador podrá comprobar perfectamente cuando ya al final del metraje se intercalen algunas imágenes del verdadero Mao Tse-Tung.
Una majestuosa superproducción de bajo presupuesto
La película, codirigida por Sanping Han y Jianxin Huang, ha contado con un presupuesto de 6 millones de dólares, una cantidad exigua para una superproducción de estas características, pero explicable si tenemos en cuenta que la mayoría de los actores han participado gratuitamente en el proyecto renunciando a su caché.
Esto ha permitido concentrar los recursos en la recreación histórica, repleta de escenarios reales donde se sucedieron los acontecimientos que narra, decorados y la puesta en escena de algunas de las batallas más importantes de la Guerra Civil. Será notorio además el uso de efectos digitales de alta calidad.
Se ha volcado en el proyecto un gran número de productores y ha sido proyectada por uno de los mayores distribuidores dentro del país, el China Film Group. Según Europa Press, los cuarenta millones de dólares que lleva recaudados desde su estreno, la convierten en la película más taquillera de cuantas se han producido en China.
Historia o propaganda
Se ha apuntado a que quien realmente está detrás de la orquestación de este proyecto es el Partido Comunista Chino y su omnipotente poder, debatiéndose la crítica internacional entre quienes lo consideran un ejercicio de propaganda y exaltación del régimen y quienes están dispuestos a hacer concesiones en aras de la calidad de la cinta. Y es que si bien, dada la actual situación política china, todavía escasamente plural, la objetividad hacia un pasaje de su historia del que surge el propio estado comunista como resultado de una guerra civil, podría ser igualmente escasa o nula, el resultado parece ser bien diferente.
Si bien el film no deja lugar a dudas sobre quienes son los auténticos héroes de la historia, Mao Tse-Tung, sus colaboradores más directos y el ejército comunista, quienes desde una situación de inferioridad, en circunstancias más penosas, ataviados con el traje sencillo Zhongshan, más propio del trabajador de una fábrica, contrastan con las estancias de poder en que se desenvuelven los líderes del Kuomintang, sus solemnes automóviles y sobretodo, la corrupción que inundó al partido de Chang Kai-Schek y que como él mismo reconoce, fue la principal causa de su propia derrota.
La película también resalta al fundador del Kuomintang (KMT), Sun Yat-sen (1866-1925) y primer presidente de la primera República China (1912), como importante punto de origen de ambos líderes, Mao y Chiang, y su retrato preside la reunión entre los mismos que da inicio al film, siendo presentados como discípulos suyos. La viuda de Sun Yat-sen líder considerado como padre de la China moderna, Song Qingling, también adquiere relevancia en la cinta y a quien Mao suma finalmente a su proyecto para forjar la República Popular.
Esa imagen de unidad en la fundación de la Nueva República Popular se complementa con la aparición de otros líderes políticos del momento en un intento de mostrar cierta pluralidad política, aunque finalmente el único partido predominante fuera el comunista y no se lograse una democracia tal y como ésta se entiende en occidente, sino una dictadura de partido. El film en su recta final permite asistir a momentos de gran simbología como la adopción de la bandera del país, el himno nacional, la celebración de la Conferencia Consultiva Política Popular o la proclamación de la República en la plaza de Tiananmen el 1 de octubre de 1949.
La historia que refleja la ficción: La Guerra Civil
El Partido Nacional Popular, el Kuomintang (KMT), creado y liderado por Sun Yat-sen, ha sido desde la fundación de la República China en 1912, la principal fuerza política del país. Tras la muerte de éste en 1925, el general Chiang Kai-shek ha logrado imponerse al frente del mismo. Una China dividida ha requerido grandes esfuerzos de cara a su unificación, luchando contra poderosos señores de la guerra. En esa lucha se ha sumado el Partido Comunista Chino, quien bajo Sun Yat Sen se había unido al Kuomintang por compartir diversos principios revolucionarios, sin embargo tras su muerte y tras las primeras victorias, los comunistas son traicionados y perseguidos por Chiang Kai-shek. En 1927 se establece la capital de la República en Nanking. En 1937, la invasión japonesa, que se hace con gran parte del país, vuelve a lograr aunar a ambos partidos en un frente unido contra el poderoso enemigo común.
La película se inicia el 28 de octubre de 1945, la Segunda Guerra Mundial ha concluido y con ello, ocho años de lucha de China contra Japón. Las esperanzas de paz se concentran ahora en Chungking, donde se reúnen los presidentes del Kuomintang, Chiang Kai-shek y del Partido Comunista Chino, Mao Zedong (o Mao Tse-tung). Sin embargo las negociaciones para formar un gobierno de unidad que proporcione democracia y paz, fracasan, y en la primavera de 1946 se reanuda la Guerra Civil.
El Kuomintang posee bajo su control la China central y las principales ciudades del país (Shanghai, Nanking, Pekín…). Su ejército es más numeroso y en un principio está mejor equipado. Cuenta además con la supremacía aérea y naval. Los Estados Unidos al inicio del conflicto le prestan ayuda económica, que sin embargo acabará por desaparecer por completo. Por otro lado los comunistas son fuertes en el norte y el noroeste del país, en territorios como Manchuria, arrebatados a los japoneses y su principal base social se encuentra entre el campesinado.
Si inicialmente las victorias caen del lado nacionalista, la situación cambia, y los comunistas, que controlan amplias zonas rurales, van sometiendo a prolongados asedios a las ciudades norteñas en los que mueren por inanición centenares de miles de personas. La ayuda armamentística soviética y el armamento japonés rendido en Manchuria llevan al Ejercito Popular de Liberación de Mao a cosechar importantes victorias. Por otro lado, Chiang Kai-Schek, presidente de la República China, es incapaz de frenar la corrupción interna de su partido, la hiperinflación hunde a la economía del país y progresivamente pierde apoyo social.
En enero de 1949 los comunistas toman Pekín, y durante los siguientes meses van cayendo en su poder el resto de las principales ciudades, incluida la capital de la República, Nanking. El presidente Chiang Kai-Shek se retira con sus tropas al sur y finalmente, ante la imposibilidad de frenar a su enemigo, acaba refugiándose en Taiwán, donde establece la nueva capital de la República, país que ha sobrevivido hasta la actualidad.
En septiembre Mao convoca la Conferencia Consultiva Política Popular (CPPCC), que decide la estructura del nuevo estado y el 1 de octubre de 1949, en un acto multitudinario ante la plaza de Tiananmen, proclama la República Popular China, momento histórico con el que finaliza el film.
Fuente: www.unmundodecine.com
Artículo original publicado en noviembre de 2009 en: http://www.unmundodecine.com/2009/11/founding-of-republic-la-fundacion-de.html
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