jueves, 17 de marzo de 2011

Juanita Acosta es Nydia Tobón en la película "Ilich: Historia de Carlos"

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Por Muhammad Abdallah
Ilichramirez.blogspot.com

Aunque el comandante Ilich Ramírez me ha expresado su disgusto con algunas de las cosas que cuenta Nydia Tobon en su libro, yo creo que es uno de los pocos testimonios amigables que tenemos para defender la imagen del Comandante. Y podemos asegurar que el año próximo Nydia Tobon volverá a ser noticia y quizás se reedite su libro. Así mejor alertar a los seguidores de este website de lo que estamos hablando.

Se han escrito docenas de libros sobre la vida de Ilich Ramírez Sánchez, alias “Carlos”. El 99% son volúmenes redactados por periodistas occidentales, llenos de prejuicios, tópicos y exageraciones. Periodistas que, en el mejor de los casos (como David Yallop) ni siquiera conocieron a Ilich o, simplemente hablaron con él unos minutos. Sin embargo existe una excepción: “Carlos ¿terrorista o guerrillero?. Mis vivencias”, de Nidya Tobón.

Nydia Tobón, revolucionaria colombiana (de origen vasco) y compañera y amiga de Ilich Ramirez durante sus operaciones revolucionarias en Europa, fue detenida poco después del suceso de la Rue Toullier de París, cuando Ilich escapa del cerco policial francés, y su identidad se hace conocida mundialmente. Durante su encierro en las prisiones británicas de Brixton y Holloway, ordenó sus recuerdos y vivencias personales de cuatro años de convivencia y amistad con Ilich y redactó este libro. Libro que la autora resume en el prologo: “Este no es el relato de un reportero apremiado por el tiempo, obligado a presentar el suceso del dia siguiente, sino las reflexionadas vivencias de alguien que por circunstancias diversas vivio los hechos muy e cerca, y al final de la trama se convirtió en uno de los protagonistas”. (Pag. 9)

En sus más de 200 páginas nos encontramos con un Ilich Ramírez que nada tiene que ver con las descripciones sensacionalistas e interesadas que la prensa internacional hacia de “El Chacal”. Descubrimos a un Ilich humano, amante del baile, la diversión y atractivo para las mujeres, pero también al revolucionario comprometido, hasta las ultimas consecuencias, con su ideología.

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Nydia Tobón conoció a Ilich en 1972, en el transcurso de una fiesta celebrada en el Centro Colombiano de Londres. Su primera impresión fue la de “un tipo atractivo, fuerte, de pelo crespo amelado y piel blanca rosa. Parecía un estudiante formal, de “buena familia”, de cara casi aniñada. Le calculé 25 años y una estatura aproximada de 1,75…”. (Pag. 44)

Nace así una estrecha relación, tanto con Ilich Rámirez como con Michael Waheb Moukarbal, a quien se refiere cariñosamente como “el chiquitín”, que formaba parte del comando revolucionario de Carlos en Europa, y que moriría en los sucesos de la Rue Toullier, tras delatar a Ilich a la policía francesa.

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Nydia realizaba misiones logísticas y de apoyo para el comando de Carlos en Londres y París, Florencia y Milán, La Havre o Saint-Tropez; desde el alquiler de pisos (apartamentos, nota de Cine y resistencia) hasta hacerse pasar por su esposa como tapadera. Y durante esos años de convivencia pudo conocer a fondo al temido Carlos, a quien describe como una nueva forma de guerrillero, alejado de los tópicos convencionales: “Carlos desmitifica al revolucionario serio, trascendentalista, aburridor, dogmático y almidonado, negado par las satisfacciones de la vida, para el placer… Carlos es, simplemente, el revolucionario sin pose, sin maquillaje ni oficina de relaciones públicas, sin ruedas de prensa ni entrevistas para la televisión. Es de aquellos que jamás serán jubilados…” (Pag. 79). Y narra muchas anécdotas que reflejan el carácter generoso y humano del comandante Carlos, como una ocasión en que se quitó su abrigo y ropas caras para regalarlas a unos camaradas más necesitados (Pag. 82), o el encuentro con unos músicos latinos en las calles de Paris, que tocaban esperando una ayuda de los transeúntes franceses, que sin embargo pasaban a su lado sin dedicarles siquiera una mirada; Nidya Tobón e Ilich decidieron, ante aquel desprecio, ponerse a bailar al son de los músicos, para llamar la atención de los paseantes, mientras Moukarbal recogía las limosnas con su propio sombrero. Esa noche los músicos comieron y durmieron caliente en Paris. (Pag. 35)

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La autora habla también de los odios y desprecios de Carlos por los vicios y miserias del sistema imperialista: “Quisiera entrar, ametralladora en mano, al nido de los traficantes de drogas y hacer cagar de miedo a esas ratas, quitarles todo el dinero para entregarlo a la revolución. ¡Con esta canalla sobra la piedad!” (Pag. 114). Y cuando todos los servicios secretos del mundo seguían el rastro de “el Chacal”, Ilich Ramirez solo mantenia contacto telefónico con Nydia, al menos hasta el momento de su detención.

Tobón conoció a muchos de los personajes fundamentales en la historia de Carlos. Y a través de sus vivencias personales podemos conocer a algunas de sus amantes como Angela Otaola o Amparo Silva, familiares como su papá Altagracia o su hermano Lenin, y hasta compañeros de lucha como Antoine Bouvier o Mohammed Boudia, antecesor de Carlos en el liderazgo del comando y que fue asesinado por los agentes del Mossad protagonistas de la Operación Ira de Dios, que Steven Spielberg relata en su ultima película “Munich”. Boudia y Carlos prepararon juntos varias de las operaciones mas famosas de la lucha revolucionaria en Europa.

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Mas conocedora de los sentimientos y objetivos del comandante que todos los periodistas occidentales juntos, Nidya llega a comparar al revolucionario venezolano, con el libertador de América: “Carlos ha escogido este camino. Al igual que se comprende el ideal que orientó los sueños de Bolivar hacia la unidad de los pueblos hispanoamericanos, o los ímpetus de Miranda al colocar su espada como ofrenda por la causa libertadora en uno u otro continente. Venezolanos ambos, abandonaron la estrechez del ámbito local para demostrar con amplitud de espíritu que la lucha por la libertad, que la revolución de los pueblos no cabe en moldes fronterizos, no la ciñen el azar de la circunstancia geográfica.” (Pag. 83)

Hoy la actriz colombiana Juanita Acosta dará vida a su paisana Nydia Tobon, como el actor Edgar Ramírez lo hace con su paisano Ilich Ramirez. Ojalá los guionistas de la película sean tan fieles con la realidad y no intenten volver a mancillar la imagen del comandante Carlos, a través del papel de la actriz colombiana.

Publicado originalmente en diciembre de 2009

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